26.9.08

Aceptación


"Dios diseñó la aceptación como algo normal. Como humanos, estabamos relacionados con él y con otros sin ningún pensamiento de condenación, juicio o crítica. Adán y Eva estaban ambos desnudos y no se avergonzaban (Gen. 2:25). Nada se ocultaban y no estaban desconectados. Sin embargo cuando pecamos y caímos de la gracia, la aceptación se constituyó en un problema para Dios. Su naturaleza santa no podía aceptar nuestra pecaminosidad, aunque su amor lo mantuvo interesado en nosotros. Entonces Dios proveyó una solución muy costosa: Su Hijo Jesús. Plenamente Dios y plenamente hombre y sin pecado. Este sacrificio satisfizo los requerimientos de la santidad de Dios y nos hizo nuevamente aceptos en Él. La aceptación que Dios hace de nosotros no niega ni minimiza nuestra maldad. De hecho ahora nos recibe, no porque seamos inocentes, sino porque la deuda de nuestra culpa se ha pagado en su totalidad, una vez y para siempre. De modo que cuando nos asalta el temor de que él no nos acepte porque hemos hecho algo malo es porque, en algún nivel, estamos negando y minimizando lo que ha hecho por nosotros. Verdaderamente, ahora no hay condenación para los que pertenecen a Jesús (Romanos 8:1)". Cloud y Townsend, Cómo crecemos? P.153

No hay comentarios.: